En un escenario de inflación que alcanzó el 115,6% interanual, según la última medición del INDEC, los consumidores buscan ajustar día a día sus presupuestos.
La escena suele observarse en diversos sectores, entre ellos las panaderías, en las cuales caen las ventas de facturas y productos de pastelería. El derrumbe, según confiaron referentes de esta industria, se ubica entre el 25 y el 30%.
«…El poder adquisitivo de los clientes no es el mejor como para que te compren algo por fuera del pan y en los precios que debemos manejar frente a las subas de las materias primas. Todo lo relacionado con facturas, tortas, budines y masas secas no se está comercializando en el nivel que uno quisiera…», explicó Raúl Santoandré, presidente de la Federación Industrial Panaderil de la Provincia de Buenos Aires.
«…Es una realidad que venimos sufriendo desde hace varios meses en el sector y nos preocupa mucho…», reconoció.
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