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Los pronósticos del tiempo no anuncian lluvias para los próximos días y el trigo, con poco más de 90.000 hectáreas en la provincia comienza a sentir el estrés, registrándose hasta el momento un quince por ciento de la superficie dañada. La angustia sigue siendo el sentimiento del productor chaqueño «y, si bien se sucedieron lluvias en las últimas semanas, el problema es que no se alcanza a recuperar el perfil de humedad en el suelo».
El cultivo de trigo tuvo una intención de siembra de 134.600 hectáreas, pero se sembraron 92.670 hectáreas, es decir solo el 69 % de lo estimado. Ya se perdieron, de arranque, unas 450 hectáreas, según el informe de la Subsecretaría de Agricultura.
La falta de humedad comienza a manifestarse, presentando lotes manchoneados, con cuadros que en su estado van de buenos/regulares a malos. El trigo, si bien pudo haber sido sembrado temprano, no tiene ni tres hojas y está ya con la flor, lo que da la pauta de que el cultivo se aceleró demasiado, detallan. La ausencia de humedad se agrava además con el fuerte viento del Sur que se registra en los últimos días que incrementa mucho más el estrés en las plantas.
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