Gonzalo Nill, el dueño de El Artesano, la panadería del bajo neuquino que abrió sus puertas en abril de este año ofreciendo diversas propuestas típicas del rubro, entre ellas churros pero con una vuelta de tuerca.
Así, a los relleno con frambuesa que ya se instalaron como opción en diferentes comercios de la ciudad, sumó para diferenciarse otros exponentes de la variedad dulce como batata, membrillo, marroc y manzana con canela, sabor que pegó fuerte entre los adultos mayores que se acercan a su local, ubicado en Fava 417.
El Artesano también buscó salir de lo común al subirse a la tendencia de los churros salados que están teniendo buena recepción en otras geografías y así lanzó los rellenos con queso azul, también conocido. Un gusto particular que tiene sus detractores entre los que no son partidarios del roquefort, pero que va ganando fans día a día cuando Gonzalo invita a una suerte de degustación a quienes ponen un pie en su panadería.
«…Lo que más vendemos son churros, tortas fritas y chipá, ese el podio de nuestro ranking de productos del momento. También vendemos rosquitas, raspaditas o tortitas mendocinas (como le dicen algunos), pan de campo, pan de tira y bollitos que los hacemos a mano, no con máquina. También tenemos pizzetas y prepizzas de harina común y de salvado que vuelan enseguida…», indicó Gonzalo.
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